Por: Celina Hernández - chernandez@rosario.com - Rosario.com
Miguel Tessandori descubrió en las tablas otra manera de llegar a la gente: "Desde la televisión uno sabe que es mirado y aceptado, pero resulta frío el desarrollo personal. Desde el teatro, uno agradece el afecto, lo palpa, lo siente y es muy gratificante sentirse bien", comenta recordando su exitoso paso por "Noche Brillante" y anhelando que llegue el sábado 4 de octubre a las 21.30 para volver a subirse al escenario del Mateo Booz, esta vez participando de "Fiesta de Tango", espectáculo encabezado por Alejandro Mustafá y dirigido por Manuel Cansino.
¿Cómo y cuándo surgió en vos la inquietud por acercarte a las tablas?
En el colegio San José, mi viejo Adolfo y mi tío Ángel eran actores vocacionales y tenían giras para los salesianos. Yo con 12 años, y todo por andar, compartí algunos años, desde afuera, el mundo maravilloso del teatro. Siempre me gustó y por supuesto el deseo estaba de probar alguna vez. Cansino me dio la oportunidad, siempre lo digo. Me hizo feliz. Con responsabilidad, pero siento que soy yo subiendo a las tablas y me hace muy bien.
¿Qué diferencia encontrás entre la pasión en la cancha, al ver o comentar algún partido, y la pasión al hacer un monólogo sobre fútbol en el escenario?
La pasión de la cancha y del fútbol no se pierde, pero hacer un monólogo, inventar sobre la marcha, sostener un ritmo, encontrar la recepción de la gente, ver la sonrisa en quienes asisten y pagan por verte no tiene precio. Desde la televisión uno sabe que es mirado y aceptado, pero resulta frío el desarrollo personal. Desde el teatro, uno agradece el afecto, lo palpa, lo siente y es muy gratificante sentirse bien. Y hay un agradecimiento permanente a dicha gente, a todos.
Hace 37 años entrás a la casa de cada rosarino y ya sos parte de la familia: ¿Tiene alguna presión, algún peso eso para vos? ¿Cómo lo vivías al principio y qué cambió ahora?
Al principio, en 1977, primera emisión televisiva, costó tanto... Fueron 37 años los que pasaron. Hay y sigue habiendo gran responsabilidad, pero la sensación es que todo fluye con gran facilidad y que la gente te siga aceptando es un honor y un compromiso renovado. Con objetividad, pero con seguridad. También es cierto que uno ha construido credibilidad, lo más difícil para un medio de comunicación y un comunicador.
Te luciste en "Noche Brillante" y ahora estarás en "Fiesta de Tango", ¿qué harás sobre el escenario esta vez?
Gracias por lo del lucimiento. Es un halago escucharlo. Y, ¿qué voy a realizar? Primero decirles que es un pedido que me vino haciendo mi amigo Alejandro Mustafá y es un placer aceptarlo este año. En realidad, obviamente será algo vinculado con el tango, con chistes como siempre, pero también el fútbol tendrá un papel en mi monólogo. No adelanto más nada. Vayan, disfruten y apoyen al gran protagonista de la noche que merece que todos lo acompañen. Obviamente refiero a Alejandro y a mi productor preferido: el gran Cansino.
¿Sos de escuchar tangos en tu vida privada o qué música te gusta? Porque sabemos que algo que te gusta mucho es el cine y sabés mucho de eso, ¿es por herencia o por gusto personal?
El tango me lo hizo escuchar mi viejo. Acompañaba muchas tardes por la radio y todo lo que sé lo heredé de su paciencia para hacerme entender las virtudes de los grandes cantores y las orquestas más renombradas. El "viejo" no quería mucho el tango vanguardia. Aprendí a renovarme y extasiarme con la música de Piazzola, pero si tengo que nombrar dos referentes que me hicieron y hacen sentir bien al escucharlos son Gardel y Goyeneche. El cine es otra pasión. Si pudiera tener tiempo escribiría un guión. Es un gusto personal e impostergable. Sobre cine hay que gozar, entender, disfrutar, porque es un vehículo de cultura y educación irreemplazable.
Dicen que cuando uno actúa siente que le toca el dedo a Dios... ¿Vos sentís que tu hijo te guía desde alguna estrella en tu camino y que cuando estás sobre el escenario podés estar más cerca de él?
Dios siempre me acompaña. Es una linda pregunta. Alejandro, mi hijo, siempre está conmigo. Fue tan lúcido e inteligente. Una pena que no haya podido estar físicamente un poco más con nosotros. Merecía seguir gozando de su vida. Era un fenómeno. Pero sigue estando, siempre me acompaña, a mí y a mis afectos. Me toca al lado de Dios para seguir. Me ayuda todos los días de mi vida. Un ser especial. No se hubiera permitido que yo renunciara a esta posibilidad de estar ante la gente. No puedo defraudarme ni defraudarlos. Confieso que la emoción me invade, pero las fuerzas no me abandonan. Que sea un mensaje positivo para quien se sienta que no puede. Gracias por el afecto.